La semana pasada hablábamos de los nuevos tipos de contrato que había presentado el gobierno, o mejor dicho de la reducción a solo 5 modelos.
Las primeras respuestas no se han hecho esperar, hemos echado un vistazo por la red encontrando expertos que piensan que los contratos nuevos no van a contribuir a crear empleo estable, ya que según los mismos, el empleo no lo genera la legislación laboral, sino la dinamización de la economía. El único aspecto positivo que ven es la simplificación y la eliminación de trabas burocráticas, y algunos miran más allá al verlo como un elemento que probablemente facilite los trámites para hacer negocios en el extranjero.
Otros temen que se puedan utilizar los nuevos contratos para encubrir situaciones laborales precarias, sobre todo aquellos relacionados con los contratos de prácticas y formación, con los que sin duda se recurrirá a los jóvenes. Y en cualquier caso no aprueban el contrato temporal, salvo para determinados sectores como el turístico o el agrícola, ya que al final termina convirtiéndose en un instrumento de precarización.
¿Y qué pasará con los mayores de 50 años? Igualmente, ellos echan en falta medidas para la reincorporación profesional de estas personas.
Por último piden que la reestructuración se complete con un esquema de indemnización creciente por despido, hasta alcanzar los 33 días por año trabajado.
Como veis opiniones hay para todos los gustos, aunque de momento ganan las negativas.
¿Qué piensas tú al respecto?