El fabricante de la exitosa serie G-Shock y F91W ha decidido aportar su experiencia en el mundo de los relojes para adentrarse en los llamados «smartwatches» con el objetivo de poner solución a la durabilidad de este tipo de dispositivos, una de las mayores críticas y su principal inconveniente.
El rey y pionero de los relojes inteligentes, Casio, está dispuesto a fabricar un nuevo vestible con las capacidades de un dispositivo de muñeca actual, compitiendo contra grandes fabricantes como Samsung, Motorola, Apple, e incluso Pebble, cuando lance su propio smartwatch en 2016. Según información del The Wall Street Journal, el fabricante de relojes japonés planea aprovechar su gran experiencia en fabricación de relojes para desequilibrar el poderío del Apple Watch con un reloj que satisfaga las necesidades de su portador, además de ser cómodo y con mayor durabilidad, enfocado para hombres que realicen actividades deportivas.
Sin embargo, el reloj inteligente no sería como los que ya se ha visto, sino que Casio apostará por un dispositivo que «intenta ser inteligente, en lugar de un dispositivo inteligente que también es un reloj», Así, la apuesta de la firma nipona unirá, a su vez, funciones de comunicación, sensores para medir la frecuencia cardíaca y servicios de monitorización de la actividad, algunas características ya presentes en algunos modelos de relojes inteligentes según indica el reporte.
Luego de intentar con relojes potenciados con sensores y otras tecnologías sin tener éxito, el CEO de la compañía, Kazuhiro Kashio, tiene una estrategia para conseguirlo.
Dicen desde Casio que lo que buscan es llevar su smartwatch a “un nuevo nivel de perfección”, porque el dispositivo no será fácil de romper, será fácil de llevar y sentará bien, recoge The Wall Street Journal.
El diario también apunta a que el precio del smartwatch de Casio se situará entre los 350 y los 400 dólares; la compañía planea que las ventas de su reloj inteligente alcancen los 80 millones de dólares tras su lanzamiento.